viernes, 19 de octubre de 2012

La Gasca: el barrio de los estudiantes de la Central

La Gasca acoge a estudiantes de la Universidad Central. La diversidad de locales comerciales y numerosos departamentos en arriendo brindan las comodidades necesarias para dedicarse a los estudios superiores.

“Los estudiantes mantienen y fortalecen la economía del sector”, afirmó el día de ayer Lucía Cedeño, durante su jornada laboral. Ella es propietaria de un local de comidas del barrio La Gasca, en el centro-norte de Quito.

Para Cedeño, los negocios de internet y comida rápida, así como las residencias y departamentos, son sitios concurridos permanentemente por estudiantes. Allí pueden suplir sus necesidades básicas mientras estudian en la Universidad Central del Ecuador.

EL DATO >> La atención a los jóvenes es la actividad productiva principal de los habitantes del sector. Existen muchos locales comerciales dedicados exclusivamente a ellos. 

Vanessa Ortega es estudiante de séptimo semestre de Ingeniería Civil. Suele recorrer la avenida La Gasca con sus compañeras. Afirmó que numerosos grupos de jóvenes acuden a los negocios levantados, “siempre están llenos”.

Alejandro Oyarvide, guardia privado de la calle Atacames, aseguró que en todas las casas que resguarda habitan por lo menos dos estudiantes, la mayoría de provincia.

Por ello, es común encontrar en cada local comercial anuncios de arriendo de departamentos para estudiantes. Este es uno de los servicios más rentables que se ofrecen en el sector.

CIFRA >> Pueden arrendarse departamentos desde los $100,00 dólares, dependiendo de las necesidades y servicios que requiera el estudiante.


La Gasca es un barrio tranquilo para Misshelle Romo, por ello lo escogió como su segundo hogar. “Ya vivo aquí cinco años. Almuerzo y realizo mis trabajos en los locales del sector, los precios son muy convenientes”, indicó la joven que intenta alcanzar su título en Ingeniería Química.

Los jóvenes son fuente de trabajo

Interlove es un centro que ofrece conexión a internet, impresiones, copias y papelería. Entre gritos, apuros y aprietos los estudiantes realizan sus deberes desde muy temprano en la mañana.

Santiago Recalde, propietario, indicó que los jóvenes son su fuente principal de empleo. Desde las seis de la mañana hasta las siete de la noche el lugar permanece abarrotado.

“Los tratamos con paciencia y cordialidad, son ellos quienes diariamente nos dan trabajo para mantener a nuestras familias”, destacó Recalde.

María Belén Cevallos

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