Soy Lenin y la búsqueda de nuevas oportunidades me llevó a tomar decisiones arriesgadas, en uno de los hechos más trascendentales de mi vida.
Lo
había intentado varias veces, pero siempre me negaban la visa. Estaba resuelto
a cumplir el sueño americano, por lo que me propuse llegar a toda costa.
Me
contacté con una persona que me iba a ayudar a pasar la frontera. Así conocí
México. Llegué a un hotel en Tijuana donde me recogió Ángel Cantuña, un
ecuatoriano que se lo podría calificar como coyotero. Aunque se llamaba a sí
mismo pollero.
Recorrimos
varios kilómetros hasta llegar a la frontera, era un desierto. Había mallas a
cada costado y en el centro un riachuelo.
En
el lado mexicano permanecían muchas personas consumiendo droga. En el americano
solo se divisaba San Pedro, un pueblo fantasma. Allí había de todo: edificios,
casas, autos, etc. Pero los únicos que merodeaban allí eran policías. Ambos
lados se insultaban constantemente.
En
un descuido de los oficiales, y con la ayuda de Cantuña, tres personas logramos
pasar y escondernos en el pueblo. Debíamos esquivar la vigilancia en todo
momento para salir de allí. Nos llevó quince minutos y lo único que hicimos fue
correr.
Llegamos
a una carretera de dieciséis carriles, las famosas freeways. Pasamos la noche ocultos entre arbustos. En la mañana nos
recogió un camión para ir a San Isidro, California.
Allá
nos subieron a otro carro que nos llevó al aeropuerto. Ahí nos separamos. Yo
tomé un avión a Washington donde me esperaba mi hermana.
Fue
difícil acostumbrarme al idioma. El poco inglés que aprendí en Ecuador no me
sirvió y tuve que tomar clases mientras trabajaba.
Ilegal
es sinónimo de explotación. Al inicio ganaba menos de la mitad de lo que recibe
una persona americana.
Poco
a poco fui dominando el inglés y mi remuneración aumentaba. Ingresé a Mobil Oil,
en donde se reunían las principales empresas petroleras del mundo.
Con
la Guerra del Golfo, en 1991, la situación se puso muy difícil. La recesión
provocó que muchas empresas recortaran personal y horas de trabajo. Mis
ingresos disminuyeron y me fue imposible seguir viviendo allá, por lo que
decidí regresar a mi País.
HOJA
DE VIDA
Soy Lenin Bermúdez. Nací
en Ibarra el 20 de junio de 1960. Mi infancia y mi adolescencia las viví en
Quito. Trabajaba siendo bachiller hasta que decidí viajar a Estados Unidos.
Allá me casé y tuve un hijo. Hoy vivo en Quito y trabajo como para la Empresa
Eléctrica Quito.
Nathalie Bermúdez
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